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lunes, 9 de diciembre de 2013

la cultura mochica y el oro lunar

LOS MOCHICAS Y EL ORO LUNAR
Los Mochicas de la costa del Perú, radicados en los valles centrales de ésta, teniendo como centro las pirámides del Sol y de la Luna en Moche, desarrollaron antes que los demás pueblos del Perú el arte de la metalurgia. Dominaron las técnicas de la soldadura, el martillado, fundido, repujado, dorado, esmaltado y la técnica de la cera perdida. Al mismo tiempo que decoraban su cerámica en dos colores, ocre y crema, con dibujos ágiles y finos con escenas de cetrería o de guerra, de frutos y plantas, como también de seres monstruosos idealizados, perfeccionaron la orfebrería áurea forjando ídolos y máscaras, adornos e instrumentos, armas, vasos repujados, collares y tupus, brazaletes y ojotas, orejeras y aretes, tiranas para depilar, cetros, porras, cascos, tumis o cuchillos ceremoniales incrustados de turquesas y esmeraldas, vasos retratos de oro puro, rodelas de oro con estilizaciones zoomorfas e ídolos grotescos coronados con una diadema semilunar. En todos ellos parece que el oro argentado del Perú recibe el pálido reflejo lunar; y la imagen de la luna, diosa nocturna del arenal y del mar, inspira a los artífices chimús formas decorativas y homenajes litúrgicos, que se materializan en la diadema semilunar de los ídolos o héroes civilizadores y en la predilección por los símbolos de la araña y el zorro. Esta metalurgia ceremonial, religiosa o civil, reviste las formas más caprichosas y gráciles, con laminillas de oro en forma de rayos, campanillas o cascabeles en que el oro es hueco, o pesados objetos en los que se imita el arte lítico o la cerámica: vasos de oro y turquesas, huacos de oro como el ejemplar único exhibido por Mujica en los grabados de esta Colección. Toda esta feérica bisutería dorada de los imagineros mochicas, como más tarde de sus sucesores los Chimús –que acaso recibieran ya el influjo quimbaya– fue asimilada, en parte, en lo técnico, por el arte sobrio de los Incas, pero se perdió el estilo y el alma de los orfebres de Moche, Lambayeque y Chanchán. Los Incas, al conquistar el señorío de Chimú y su capital Chanchán, con Túpac Inca Yupanqui, por cuanto los yungas de la región –dice Cieza–"son hábiles para labrar metales, muchos dellos fueron llevados al Cuzco y a las cabeceras de las provincias donde labraban plata y oro en joyas, vasijas y vasos y lo que mas mandado les era".

viernes, 6 de diciembre de 2013

PROCESOS PARA DETECTAR ORO


Instrucciones

    Los yacimientos de oro

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    Muchos naufragios de la antigüedad aún esconden tesoros.
    Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images
    Aunque parezca algo propio del cine, muchos cargamentos de oro de los que se perdieron en el pasado permanecen enterrados en algunos lugares. Revisa libros de Historia y mapas antiguos para conocer los itinerarios de caravanas, ejércitos o grupos de bandidos. Ten en cuenta que algunas personas ricas y excéntricas tienen la costumbre de enterrar sus objetos más valiosos alrededor de sus casas. A veces fallecen y estos tesoros quedan olvidados. Haz una lista de las posibles ubicaciones y rastrea el terreno con un detector.
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    El  péndulo puede captar cambios electromagnéticos.
    Jupiterimages/liquidlibrary/Getty Images
    Incluye en tu lista las minas abandonadas y los túneles bajo las iglesias antiguas. Solicita un permiso para acceder a alguna de estas minas y empezar la prospección. Consigue un mapa o plano del área elegida, de escala 1:50.000 o 1:25.000. Prueba a utilizar un péndulo. La radiestesia es un método empleado por muchos buscadores de oro para obtener puntos de atracción en un mapa. Te evitará el esfuerzo de recorrer extensiones de terreno que podrían alcanzar las 20 o 30 mil hectáreas y demorar tu trabajo durante meses, e incluso años.
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    Explorar un yacimiento es una tarea minuciosa.
    Thinkstock Images/Comstock/Getty Images
    Realiza un muestreo del yacimiento, realizando pruebas en distintas zonas. Escarba un poco para sacar un trozo de material. Muele la muestra sobre una roca plana con una piedra o un martillo. Introduce el polvo obtenido en una bolsa hermética con ayuda de una brocha. El lento proceso de erosión de los montes hace aflorar el oro contenido en vetas de oro nativo, que por lo general se hallan en las capas de cuarzo. Una muestra de piedras de veta u oro de roca arroja una cola de oro apreciable a simple vista. Utiliza anteojos de aumento para identificarlas mejor.
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    El lavado de oro requiere mucha paciencia y práctica.
    Comstock/Comstock/Getty Images
    Busca oro en remansos de ríos o arroyos, donde no haya corriente de agua. Ahí se deposita el oro en forma de pepitas, fragmentos o partículas. Excava un poco con la pala para sacar material. Deposítalo en la bandeja y sumerge esta en el agua, realizando un movimiento giratorio. Pasa la bandeja por un tamiz. Sumerge la bandeja de nuevo para lavar la arena. Cuando el oro esté a la vista, ladea la bandeja para separarlo de la suciedad. Filtra el oro en una botella con agua y colócalo en un tubo de vidrio o plástico transparente.

    Los detectores de metales

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    Los campos magnéticos permiten detectar el metal.
    Photodisc/Photodisc/Getty Images
    Los detectores de metales funcionan por el magnetismo. El detector crea un campo magnético a través de una bobina de cable, y lo orienta a través de la superficie del suelo. Otro de sus circuitos recibe las ondas del campo magnético y emite un sonido que puedes escuchar a través de un altavoz. Cuanto más grande sea la bobina de cable, mayor será la sensibilidad del detector. Determina qué tipo de detector de metales resulta más apropiado para el terreno que vas a explorar y para tu presupuesto. Una opción que te ahorrará dinero es fabricarlo tú mismo.
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    Depósitos de minerales en Yellowstone Park.
    Thinkstock/Comstock/Getty Images
    Existe otro instrumento muy eficaz en la detección de depósitos de minerales, y muy utilizado en países de abundantes minas, como Chile. Se trata de un instrumento direccional ultrasensible para la localización de metales preciosos. Consiste básicamente en un cartucho magnético que contiene cristales especiales y una antena giratoria. Introduce una muestra de oro en el cartucho y sujétalo como si fuera una pistola, apuntando hacia delante. Muévete describiendo círculos de 360º. La antena dará indicaciones direccionales cuando localice el metal.
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    El imán integrado en el teléfono móvil no es muy potente.
    Thomas Northcut/Photodisc/Getty Images
    La tecnología apunta cada vez más alto, y prueba de ello son las nuevas aplicaciones para detectar metales de algunos teléfonos móviles. Los modelos Android, iPhone 3GS, Nokia N97 y Samsung Omnia HD pueden actuar como detectores gracias a que llevan integrado un magnetómetro. Elige uno de ellos y configura la opción de detectar metal. Acerca tu celular a cualquier objeto metálico. El detector te avisará con un sonido o vibración, según el tono que hayas elegido. Recuerda que los objetos metálicos deben estar sobre la superficie de la tierra y cerca del móvil para ser percibidos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

EXISTE UN PAJARO QUE ES MAS SUBLIME A LA ALQUIMIA

 
Este recipiente hermético, dentro del cual ocurrirán a partir de ahora todas las transformaciones cuyas fases son descritas más o menos alegóricamente en todos los libros alquímicos (el Cuervo, el Rey y la Reina, el Hermafrodita, la Rosa roja y la Rosa blanca...) es llamado por los alquimistas el "huevo alquímico", "huevo cósmico" o "huevo filosofal", ya que, tratándose de un recipiente herméticamente cerrado, en su interior se producirán toda la serie de transmutaciones que, al igual que los cambios del embrión en el interior de un huevo, darán nacimiento finalmente a la Piedra filosofal.
La preparación, formación y "gestación" de este huevo alquímico es también larga: puede durar meses, incluso años... y puede resultar también inútil. En esta última fase de su trabajo, el alquimista debe poner un especial cuidado y atención, ya que cualquier error puede dar al traste con una labor de años. Su base de observación serán los cambios de color y apariencia de la mezcla en el interior del recipiente (llamado también por algunos autores cucúrbita, debido a su forma semejante a una calabaza), único modo de saber si las cosas marchan bien o mal. Si las cosas marchan bien, el contenido del Huevo adquirirá primero un color negro intenso, luego aparecerán en su superficie unos corpúsculos, después adquirirá un color blanco, verde y amarillo, "como la cola de un pavo real" (fase que es representada en los grabados alquímicos precisamente con la figura de un pavo real con la cola desplegada), y finalmente de un blanco deslumbrante. Este es el punto culminante. A partir de aquí, la mezcla deberá teñirse de rojo, "un púrpura tan hermoso que lo teñirá todo con su color y curará a su sola vista, cualquier corazón enfermo". El proceso habrá terminado: la Piedra filosofal será ya un hecho.
Si las cosas van mal, en cambio, los signos serán distintos dentro del Huevo: aparecerá un aceite rojizo flotando en la superficie de la mezcla, o el blanco deslumbrante final pasará al rojo con demasiada rapidez, o su solidificación será imperfecta, se fundirá como la cera al más débil calor. Entonces el trabajo habrá sido en vano. Será preciso volver a abrir el recipiente, intentar tratar la mezcla con agua mercurial, y volver a iniciar la operación en espera de una mejor suerte.
 
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"El huevo alquímico fue otro de los simbolismos más usado por los alquimistas. De él dijo Miguel Majer: "existe un pájaro que es más sublime que todos los otros. Preocupaos únicamente de buscar su huevo, y al hallarlo, cortadlo con una espada flamígea".

el alquimista y sus trabajos

¿Cómo trabaja el alquimista?
Veamos, ahora, cómo trabaja el alquimista, cuales son las operaciones básicas que debe realizar para llegar a alcanzar este fin máximo, esta anhelada meta que es la Piedra filosofal.
A este respecto, hay que advertirlo, los libros alquímicos son deliberadamente oscuros, ya que el método de obtención de la Piedra filosofal forma parte del Gran Secreto. No obstante, si bien el proceso completo y detallado no se halla descrito en ningún sitio (o mejor dicho, se halla descrito en casi todos los grimorios en multitud de formas completamente distintas, pero de un modo totalmente ineficaz), si podemos reconstruir a grandes rasgos las distintas operaciones a las que debe dedicarse el alquimista a lo largo de su Obra.
Vamos a verlas.
La primera operación que debe llevar a buen término es la preparación y purificación de los elementos. Para eso usará tres de ellos: un mineral de hierro, una pirita arseniosa por ejemplo (en cuyo interior se hallan el arsénico y el antimonio como impurezas); un metal, hierro, plomo o más comúnmente mercurio; y un ácido orgánico, el tartárico o el cítrico por ejemplo.
Todos estos elementos deben ser mezclados por el alquimista cuidadosa y concienzudamente. La operación, así, durará varios meses, ya que uno de los condicionamientos en los que si están de acuerdo todos los libros de Alquimia es en que las operaciones alquímicas son un proceso largo, enormemente largo: el alquimista nunca deberá tener prisa...
Una vez realizada concienzudamente la mezcla, el alquimista deberá empezar a calentar el preparado de una forma progresiva, teniendo buen cuidado al hacerlo, ya que la elevación de la temperatura hace que de la mezcla se desprendan gases tóxicos, a los que hay que atribuir la muerte de más de un alquimista descuidado.
La mezcla así preparada se disuelve después mediante un ácido... y esta disolución (esto es muy importante para el alquimista) debe hacerse a la luz de la Luna. Esto parecería ser un condicionamiento innecesario de naturaleza puramente supersticiosa, sino fuera porque actualmente se ha descubierto una razón que podríamos llamar científica: esta disolución obtiene sus resultados más óptimos cuando se realiza, como hace la química moderna, bajo una luz polarizada... y la Luna envía a la Tierra precisamente luz polarizada.
Obtenido todo lo reseñado, hay que proceder a purificar la mezcla. Esto se consigue evaporando la parte líquida y calcinando después la sólida. Una y otra vez. Sin descanso.
¿Por qué tantas veces? Los libros de Alquimia no nos dan una respuesta concreta: simplemente, nos dicen, ha de hacerse. Tal vez, cabe suponer, se busque una intensa purificación del compuesto; tal vez se necesite alcanzar una cierta condición del preparado que sólo obtenga tras un repetido proceso de evaporación y calcinación; tal vez (y entramos de nuevo en la Alquimia esotérica) este sea un simple método de conseguir, a través de la infatigable labor del alquimista, una cierta disposición interior. No por nada los alquimistas hablan de que es necesario buscar "la lenta condensación del espíritu universal".
Este lento y continuado evaporar y calcinar, una y otra vez, marca el final de la primera fase de las operaciones. ¿Cuándo se llega a este final? Los libros de Alquimia no son tampoco explícitos a este respecto: "en un determinado momento (no precisan cuál) el alquimista considerará que ha terminado la primera fase, y podrá iniciar la segunda". Para ello añadirá un oxidante a la mezcla trabajada... y volverá a reanudar el ciclo anterior: disolver, evaporar, calcinar. ¿Durante cuánto tiempo? Mucho: meses, años... hasta que descubra, en la mezcla, la presencia de la Señal.
 
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EN BUSCA DEL SIMBOLO ALQUIMICO

El simbolismo alquímico.
Si observamos los grandes libros de Alquimia (como la Tabla Esmeralda, los libros de Zósimo, las obras de Geber o el Mutus Liber) lo primero que nos sorprenderá será su profundo simbolismo. Su profundo y deliberado simbolismo, nos atreveríamos a decir. Porque el afán de los alquimistas en mantener secretas sus artes a fin de preservarlas de los intrusos y de los no iniciados les hizo concebir sus libros en forma simbólica e ininteligibles para los no adeptos. La simbología alquímica es enorme, extensísima, y abarca todo su conjunto. Sus fórmulas son indescifrables para quien no haya estudiado antes a fondo los distintos artes alquímicos, lo que por otra parte hace pensar a algunos autores modernos en la posibilidad de que se trate no de libros esotéricos sino sencillamente de libros "técnicos" (dentro del restringido sentido que se puede dar a la palabra "técnico" con referencia a la época medieval), ininteligibles para los "no técnicos", al igual que hoy en día un libro de física nuclear para físicos nucleares será totalmente ininteligible para quien no haya estudiado a fondo la disciplina, sin que por ello pueda tachársele de libro simbólico o esotérico.
De todos modos, el simbolismo de los libros alquímicos, sea de uno u otro orden, es evidente. Los metales, por ejemplo, son equiparados a los planetas, y reciben el nombre y símbolo planetario correspondiente: el oro es el Sol, la plata es la Luna en cuarto creciente, el mercurio la Luna en cuarto menguante, el cobre Venus, el plomo Saturno, el hierro Marte... Así, cuando se habla del "matrimonio del Sol y la Luna", hay que entender la aleación del oro y la plata, con la evidente desorientación de quien no esté al corriente de la clave.
Los instrumentos reciben también a menudo nombres de animales, impuestos la mayor parte de las veces por analogía con sus formas: el pelícano alquímico, la cigüeña alquímica, el avestruz alquímico... indican formas determinadas de retortas, matraces y alambiques que hay que usar en diversas operaciones. Las propias operaciones alquímicas reciben también nombres correspondientes a signos astrológicos: la calcinación es designada como Aries, la sublimación como Libra, la fermentación como Capricornio, la solución como Cáncer...
En cierto modo, este sistema de notación es tanto un medio de hacer que los no iniciados no comprendan absolutamente nada como de facilitar el trabajo a los propios alquimistas.
Pero a este primitivo simbolismo, de naturaleza eminentemente práctica, se unió bien pronto otro simbolismo mucho más profundo. E.J. Holmyard, al hablarnos de los signos, símbolos y términos secretos usados en Alquimia, nos dice que en los siglos posteriores al XV se hizo preceptible (aunque antes ya existiera en cierta medida) una bifurcación que se fue acentuando gradualmente: así como aquellos alquimistas cuyo fin primordial era la transmutación material de los metales viles en oro hablaban aun con sus alegorías tradicionales, fueron apareciendo simultáneamente otros alquimistas o pensadores con inclinaciones alquimistas "que muy rara vez encendieron un atanor o blandieron un almirez". Estos pensadores fueron en cierto modo los iniciadores de una Alquimia esotérica vista desde su vertiente más pura (de la que hablaremos más adelante), y su finalidad no era la de conseguir la transmutación de los metales, sino la transmutación del Hombre mismo, dando a la Gran Obra un sentido místico que hasta entonces no había tenido.
Hay, por lo tanto, en muchos libros de Alquimia, una serie de simbolismos que es preciso entender de dos maneras distintas: como indicadores de una reacción material, física o química... y también como indicadores de una reacción espiritual a obrar en el propio operador. Así, símbolos alquimistas como el andrógeno, el huevo cósmico, el hermafrodita, el matrimonio alquímico (del cual el hermafrodita es hijo), etc., tienen una doble y clara significación. Las ideas de muerte y resurrección, por ejemplo, bases de toda la operación alquímica, no representan solamente la muerte de los metales viles y su resurrección como metales nobles, sino igualmente, en la Alquimia esotérica, la muerte del individuo y su resurrección como ser más perfecto, como "individuo despierto", según es llamado en muchos textos.
 
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Grabado perteneciente al "Liber Mutus", en el que la destilación es expuesta a la acción de la Naturaleza, que junto con Mercurio la reemplaza en los recipientes.

martes, 19 de noviembre de 2013

Minera Yanacocha la más grande de Latino américa

Minera Yanacocha  la más grande de 
Latino américa
 es la empresa que explota la mina de Yanacocha, la mina de oro más grande de Latinoamérica, se encuentra ubicada en la provincia y departamento Cajamarca a 800 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima, Perú. Su zona de operaciones está a 45 kilómetros al norte del distrito de Cajamarca, entre los 3 500 y 4 100 metros sobre el nivel del mar.

Fundación y socios

Yanacocha fue constituida legalmente en 1992 y está conformada por los siguientes accionistas: Newmont Mining Corporation(51.35%) con sede en Denver, EEUU; Cía. de Minas Buenaventura (43.65%), compañía peruana; y la International Financial Corporation (IFC) (5%). Con el inicio de las operaciones de Carachugo, Yanacocha produjo su primera barra de Doré, el 7 de agosto de 1993.

Proceso de producción

La exploración es la primera parte de un largo proceso. En esta se perfora el terreno en lugares previamente establecidos donde posiblemente se puedan encontrar yacimientos de mineral. Al ser encontrados estos cuerpos mineralizados, previa autorización de la autoridad competente, se procede a la construcción de las instalaciones de minado (plantas de procesos, accesos de acarreo del mineral, pilas de lixiviación, etc.). Una vez construidas, se inician las fases conocidas como pre minado y minado; y posteriormente al carguío del mineral para su proceso.
Todo el material que contiene oro es enviado a la llamada pila o PAD de lixiviación; aquel material ausente de mineral es enviado al depósito de desmonte, en donde se almacena para su posterior rehabilitación.
La pila o PAD de lixiviación es una estructura a manera de pirámide escalonada donde se acumula el mineral extraído. A este material se le aplica, a través de un sistema de goteo, una solución cianurada de 50 miligramos por litro de agua, la cual disuelve el oro. Mediante un sistema de tuberías colocadas en la base del PAD, la solución disuelta de oro y cianuro – llamada solución rica - pasa a una poza de lixiviación o procesos, desde donde se bombea hacia la planta de procesos.
Luego, el Proceso de Columnas de Carbón permite concentrar la cantidad de oro de la solución rica que hay en las pozas de operaciones para posteriormente recuperarlo en el proceso de Merrill Crowe; aquí el oro líquido presente en la solución rica es convertido en sólido mediante un procedimiento de precipitación y recuperación del metal. La última etapa de este proceso de producción es la Refinería, lugar donde el precipitado de oro proveniente del proceso de Merrill Crowe es sometido a diferentes operaciones que dan como resultado el DORÉ, que es un lingote que mezcla el oro y plata obtenidos.

Cuidado de la calidad del agua en Yanacocha

Es por esto que Yanacocha opera regida por estándares nacionales e internacionales ,en este caso los del Banco Mundial ,pero no por los estándares de la comunidad Europea que aseguran un eficiente tratamiento de toda el agua que utiliza en la producción del oro.
En época seca, el agua utilizada en el proceso de producción es constantemente recirculada y reutilizada para los mismos fines. Algo contrario ocurre en época de lluvias, cuando una gran cantidad de agua de lluvia ingresa a las pilas de lixiviación. Este exceso de agua requiere de tratamientos adecuados para que pueda ser descargada a las quebradas manteniendo la calidad exigida por la legislación vigente.
El tratamiento de agua es un proceso que continuará llevándose a cabo aún cuando Yanacocha haya culminado sus operaciones mineras y las áreas hayan sido rehabilitadas. El llamado Cierre de Minas, que incluye actividades de rehabilitación de los terrenos y de revegetación y que permite dejar los territorios minados en igual o mejor estado del que fueron encontrados, tendrá como una de sus principales actividades el tratamiento permanente del agua así ya no se estén llevando a cabo operaciones mineras en la zona.
El adecuado tratamiento y descarga de agua limpia para la provincia de Cajamarca se logra mediante tres grandes programas.

Programa de control de la erosión y los sedimentos

El dique Río Grande, en Cajamarca.
La lluvia que cae sobre un suelo sin cobertura vegetal, como lo es gran parte del territorio de operaciones de Yanacocha, produce un arrastre de partículas de tierra. Estos son los sedimentos.
La erosión, con la consecuente producción de sedimentos, es un proceso natural. Los sedimentos son parte inherente de los ríos, aún más en temporada de lluvias donde las aguas de color marrón no son más que una muestra del aumento de sedimentos por el acrecentamiento de la velocidad y volumen del caudal. Lo que ocurre es que Yanacocha, en su proceso de producción, genera más sedimentos de lo normal y lo que se hace es controlar esa cantidad adicional de sedimentos que genera su actividad.
Yanacocha cuenta con 13 serpentines diseñados para captar el agua de las lluvias que discurren por las quebradas ubicadas dentro de sus operaciones. Los serpentines son como surcos o pozas paralelas con muy poca pendiente en los que ingresa el agua cargada con sedimentos. Esto provoca que el agua empiece a perder velocidad; al ocurrir esto, las partículas de tierra se van asentando.
Al pasar de poza en poza, los sedimentos son retenidos y el agua se va aclarando. Sin embargo, esto no es del todo suficiente. Los serpentines, como primera fase, controlan el 50% de los sedimentos, pero el otro 50%, que es mucho más fino, debe controlarse de otra manera, para eso existen los diques.
El control final de sedimentos se realiza a través de los diques que se encuentran en las quebradas aguas abajo de la zona de operación minera, al borde de la propiedad de Yanacocha. Esta es la última etapa antes de la descarga de las aguas al medio ambiente, las cuales cumplen con los niveles establecidos por los estándares nacionales e internacionales. Los diques de control de sedimentos de Río Grande y Río Rejo trabajan eficientemente descargando agua con valores de sedimentos por debajo de 50 miligramos por litro, lo cual protege la vida acuática aguas abajo de las operaciones y hace que el recurso hídrico sea apto para cualquier otro uso que lo requiera.

Tratamiento del agua

Plantas de tratamiento de aguas de exceso convencionales y de Ósmosis Inversa

Planta de Tratamiento de Ósmosis Inversa en Yanacocha.
Las aguas de exceso se originan en la temporada de lluvias que transcurre entre los meses de octubre y abril. El agua que cae en grandes cantidades sobre la zona de operaciones, ingresando a las pilas de lixiviación y a las pozas de procesos, genera un excedente de agua en el sistema que es necesario liberar ya que afecta el proceso de producción y puede poner en riesgo su capacidad de contención. Previamente tratada, el agua es enviada de regreso al medio ambiente.
Hace tres años, la planta Yanacocha Norte implementó y mejoró este tratamiento de aguas de exceso incorporando un nuevo sistema con tecnología de punta denominado Tratamiento de Aguas por Ósmosis Inversa. El agua de exceso, empujada por la presión de un sistema de bombeo, se hace pasar por unas membranas especiales muy finas, las que, sin el uso de reactivos químicos y con una alta eficiencia, atrapan el contenido de metales y otras sustancias, dejando pasar el agua ya libre de elementos perjudiciales para el medio ambiente.
En octubre del 2006, el Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAM), el ente ambiental más importante del país, distinguió a Yanacocha con un Certificado de Experiencia Exitosa en el “Premio Nacional a la Producción más Limpia y a la Ecoeficiencia”.

Plantas de tratamiento de aguas ácidas

Planta de Tratamiento de Aguas Acidas en Yanacocha.
En el tratamiento de aguas ácidas (presentes en forma natural en las aguas subterráneas y superficiales de las zonas de Jalca) se utilizan reactivos tales como la cal(CaO), que permite neutralizarlas y tratarlas adecuadamente. Esto tiene que ver con el pH, que es un indicador de la medida de acidez de los líquidos. La legislación ambiental vigente establece que el pH adecuado para cualquier uso debe estar entre 6 y 9 unidades; valores menores a este rango son considerados aguas ácidas. Al neutralizar el agua por efecto de los reactivos, el pH llega a fluctuar dentro del rango indicado y, con la ayuda de sustancias floculantes y coagulantes, se separa los metales y demás partículas que afectan la calidad del agua; así se trata de que el líquido sea devuelto al medio ambiente en las condiciones adecuadas; sin embargo ésto no es siempre posible debido a la escorrentía que existe, ya que a veces el agua de lluvia antes de llegar a los ríos recorre zonas cercanas a la minera algo estériles por la acidificación del suelo, y hace que el agua se vuelva ácida, como ocurre en parte de la formación del río Chonta donde el pH llega a ser ácido(alrededor de 3), no obstante en lo que sigue de su curso al mezclarse con otras aguas éste va aumentando.

Plantas de tratamiento de aguas servidas

En Yanacocha existen 14 plantas de tratamiento de aguas servidas ubicadas en todas las instalaciones de la empresa. Todas estas aguas son debidamente tratadas antes de ser devueltas al medio ambiente. Yanacocha cuenta con la autorización de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) para descargar esta agua, previamente tratada, en puntos específicos. La calidad de agua descargada al medio ambiente es continuamente monitoreada y los resultados son remitidos periódicamente a las autoridades respectivas.

Aguas de lavaderos de vehículos

Al lavar los vehículos, el agua queda impregnada de tierra, barro y muchas veces también de restos de hidrocarburos. Toda el agua utilizada en el lavado de vehículos y maquinaria es también llevada a una planta de tratamiento especial que permite limpiarla de residuos tóxicos, propios del contacto del agua de lavado con aceites y combustibles, y sedimentos que puedan afectar su calidad.

Monitoreo permanente de la calidad del agua

Yanacocha lleva a cabo un monitoreo constante de la calidad de las aguas que salen de la zona de operaciones.

Monitoreos internos

Existen más de 200 lugares de monitoreo interno y su frecuencia varía dependiendo de la criticidad de las actividades que se realizan en la zona. Los monitoreos pueden ser cada hora o trimestrales según lo requiera el punto a analizar. Estos monitoreos son llevados a cabo para el propio control operativo de Yanacocha en uno de los laboratorios ambientales más moderno de América Latina. Al finalizar el año 2005, este laboratorio obtuvo la acreditación ISO 17025 norma con la que sólo se reconoce a laboratorios que operan bajo una óptima gestión de calidad y competitividad. El laboratorio renovó su acreditación el año 2006 y en el año 2008.

Monitoreos participativos

Un ejemplo de monitoreo participativo en Cajamarca.
Se ejecutan en las zonas de descarga de agua y otros puntos establecidos fuera del área de operaciones. Esta es la mejor forma de mostrar transparencia hacia la opinión pública, ya que los análisis de las aguas se llevan a cabo en conjunto con representantes de las comunidades y con instituciones y autoridades que toman parte en los diversos procesos de vigilancia de la calidad de las aguas.
Actualmente existen ocho programas de monitoreo en los que participan diversas entidades que validan y verifican los análisis llevados a cabo en los distintos canales y ríos de la zona de influencia de las operaciones. Algunos de estos monitoreos han empezado a ejecutarse en 1996; es decir, se tienen ya once años de información que ha sido recolectada de forma conjunta con entidades como Sedacaj, la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM), entre otras.
Otros monitoreos participativos se iniciaron recientemente, como el de Combayo. En él, para dar un ejemplo de la cantidad de organizaciones que forman parte de estas acciones, participan la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental Cajamarca (DESA Cajamarca), representantes de la comunidad de Combayo, la DREM, la Autoridad Técnica del Distrito de Riego (ATDR) y Yanacocha. Como ocurre en todos los monitoreos, las muestras son recogidas de manera conjunta entre los participantes y son enviadas a un laboratorio certificado en Lima escogido por los mismos representantes de la comunidad. Los resultados de análisis de calidad de agua se reportan a las autoridades respectivas y a las partes involucradas en el proceso de colección de muestras.
Una de las grandes ventajas de estos monitoreos, es que existe colaboración e independencia de las partes y participan los más interesados, que en este caso son los usuarios directos de las aguas. Los representantes de las comunidades son capacitados, además que son ellos quienes escogen los lugares de toma de muestras así como los laboratorios certificados donde se analizan las muestras. Estos programas de monitoreos han permitido detectar problemas puntuales en la calidad de agua, sean estos causados o no por las actividades mineras, que se han solucionado oportunamente.
A partir del año 2007, se empezó hacer público, a través de publicaciones en diarios locales, la calidad del agua de los ríos a raíz de los monitoreos participativos que ejecutan las comunidades conjuntamente con las autoridades competentes. Asimismo, todos los resultados de monitoreos externos se encuentran disponibles en el Centro de Información de Yanacocha (ubicado en la ciudad de Cajamarca), así como todos los Estudios de Impacto Ambiental realizados hasta la fecha.

Monitoreo de calidad y cantidad de agua en tiempo real utilizando telemetría (ph, flujos, turbidez, lluvia, exploración)

Yanacocha posee estaciones meteorológicas ubicadas en las zonas de Huandoy, Yanacocha, Mirador y Maqui Maqui; así como estaciones de calidad de agua ubicadas en el río Grande y río Rejo. Estas estaciones envían información cada 15 minutos a una repetidora que recibe toda la información y la envía inmediatamente a las oficinas de Medio Ambiente de Yanacocha.
De esta manera, se puede detectar cualquier tendencia que potencialmente podría generar un problema ambiental para, de ser necesario, poder tomar acciones y prevenir problemas antes de que estos se produzcan.

Cuidado de la cantidad del agua en Yanacocha

Según un estudio de Yanacocha, respecto al agua de lluvia que cae sobre la cordillera cajamarquina: el 50% del agua se evapotranspira; el 40% se escurre por la superficie y corre por los ríos; y el 10% se infiltra al subsuelo; es decir, sólo el 40% es el que, en teoría, debería ser aprovechada al máximo.
El total del agua que en temporada de lluvias corre por el río Cajamarquino (que es el río que drena toda la provincia de Cajamarca y que es conformado por los ríos Mashcón y Chonta) es de aproximadamente 280 millones de metros cúbicos (fuentes: Estación Hidrométrica de Jesús Tunel). De estos 280 millones, 10 millones son utilizados por la ciudad de Cajamarca (4%, la captación de agua para la ciudad se hace aguas arriba de los ríos Grande y Ronquillo, ambos afluentes del Mashcón); 68 millones los utiliza la agricultura (25%); 2 millones son utilizados en la minería (1%, captación que se hace de un afluente del río Grande); y 200 millones de metros cúbicos siguen su curso por el río Marañón hasta el Océano Atlántico sin que puedan ser aprovechados por Cajamarca.
Resulta paradójico darse cuenta que en la temporada de lluvias la población suele mostrar su molestia frente a huaycos y deslizamientos; mientras que en la época seca, que va desde mayo hasta septiembre, se generan disputas por un litro por segundo de agua. Pero la buena noticia es que agua hay en Cajamarca, en grandes cantidades y durante seis meses, lo que se requiere es hallar los mecanismos para que ésta agua esté disponible durante todo el año.

Almacenamiento de agua en Yanacocha

En marzo del 2006, mes en que más llueve en Cajamarca, el caudal de agua en la parte baja del río Grande llegó a los 1300 l/s; mientras que en septiembre de ese mismo año (mes más seco) fue de 130 l/s. Eso da luces de la gran cantidad de agua que cae en la época de lluvias y las menores cantidades que hay en la época seca.
El agua que Yanacocha trata en el proceso se descargaba en la quebrada Pampa Larga. Anteriormente, se trataba una gran cantidad de agua en época de lluvias y en esa misma época era descargada. Sin embargo, era claro que el flujo de agua en la quebrada aumentaba en una época en la cual no existe una gran demanda de agua. Es en ese momento que Yanacocha desarrolla la idea de almacenar el agua tratada durante la época de lluvias para que esté disponible cuando es más necesaria: la época seca.

Reservorio San José

Reservorio San José, en la zona de operaciones de Yanacocha - Cajamarca.
La actividad minera a tajo abierto genera grandes huecos en el terreno que pueden ser acondicionados para convertirlos en reservorios que podrían almacenar grandes cantidades de agua. Un ejemplo de esta oportunidad es el reservorio ubicado en el antiguo tajo San José, una obra de ingeniería pionera de la minería moderna nacional que cuenta con una capacidad de almacenamiento de 6 millones de metros cúbicos de agua tratada para ser utilizada en época seca. La capacidad de este enorme reservorio es equivalente a 6 veces el Estadio Nacional de Lima.
San José empezó a recibir agua tratada en noviembre del 2006 y ha comenzado a abastecer con agua desde mayo del 2007 a algunos canales de comunidades con los cuales Yanacocha tiene compromisos. Son cuatro los canales que benefician con este reservorio: Encajón-Collotán, Quishuar, Llagamarca y La Shacsha.
Estos canales fueron impactados por las operaciones de Yanacocha y sus usuarios han aceptado esta idea como una medida adecuada de mitigación, ya que son alrededor de 5000 agricultores los que tienen la posibilidad de recibir más agua de la que tenían y sobre todo, recibirla en el momento que más lo necesitan, que es en la época seca. Estos canales necesitan 3 millones de metros cúbicos durante todo el año; el reservorio San José tiene la capacidad de almacenar el doble de agua.
Siendo San José parte del proceso de Cierre de Minas de Yanacocha, se ha previsto un fondo que garantice la permanente operación de este activo ambiental, independientemente de que Yanacocha haya culminado sus operaciones de minado.
Actualmente el reservorio no abastece de agua y se encuentra "vacío", ya que debido a algunas fallas constructivas éste debe estar en mantenimiento y reparación permanente para reparar las filtraciones ubicadas en la base, por lo que el aprovechamiento del reservorio de manera provisional es ineficiente.

Diques Río Grande y Río Rejo

Dique Río Rejo, en Cajamarca.
Estos diques, como se mencionó anteriormente, fueron construidos con el fin de controlar sedimentos. Pero en ellos también se presenta una oportunidad de reserva de agua para su descarga en la época seca. Estos dos diques tienen la capacidad de almacenar, en promedio, 600 mil metros cúbicos de agua. Agua que puede utilizarse cuando no llueve.
Durante los meses de marzo, los diques se mantienen completamente llenos de agua para así poder descargar esta agua durante los meses más secos. Estas descargas se realizan de manera programada con la Administración Técnica del Distrito de Riego (ATDR).
En la temporada seca del año 2005, del dique Grande fueron descargados hasta 58 litros por segundo adicionales (25% de agua adicional) al flujo base durante los meses más secos. En la temporada seca del 2006, se descargaron 81 l/s (35% de agua adicional) adicionales. En la temporada seca del 2007, se descargaron 82 l/s (36% de agua adicional). Agua que pudo perderse en época de lluvias en el río Marañón pero que estuvo disponible en el mes de agosto y septiembre y aumentó los caudales cuando menos volumen tenían.